Escribe
REGGIE SORIANO
Bueno Gaby, se que pediste fotos para agregar al blog, yo
tengo pero no sé escanear y pensé en contarte una anécdota muy linda y tierna
cuando era una niña.
Tenía seis o siete
años y todos los lunes cuando retomábamos las clases, durante el recreo las
compañeritas preguntaban lo mismo: "Qué hiciste el fin de semana?"
Yo contaba alguna actividad que realizaba con mis padres
y/ o mis tíos y por supuesto mi prima Susy y entonces venía la otra pregunta
:"no fuiste a lo de tus abuelos?"
“- No tengo abuelos”
"- Ninguno?
“- No, ninguno”
Siempre era la misma que me acosaba con preguntas Elide,
que además me perseguía con la idea que los judíos habían matado a Cristo y por
ser judía me convertía en supuesta cómplice de este asesinato.
En realidad yo me sentía como Samy David Junior, era
extranjera (que en ese momento no era común), judía y no tenía abuelos, lo cual
era pesado.
Ese día al volver a mi casa, decidí hablar con mi mamá.
En general ella estaba en la cocina como corresponde a
una buena idishe mame y yo tenía la costumbre de hablarle desde el patio, que
se comunicaba por una ventana.
Además, como vivíamos en planta baja, el contrafrente de
todos los departamentos daba a mi patio, no eran tantos, solo tres
departamentos.
Entonces le pregunto a mi mamá porque no tengo abuelos
como todas las otras chicas y ella pobre con todo su dolor que por supuesto yo
no entendía todavía, me explicó que todos mis abuelos habían muerto antes que
yo naciera, los maternos en el campo de concentración y los paternos por otras
razones y yo sin entender y sin importarme nada seguía reclamando mi derecho de
tener al menos una abuela.
Terminamos las dos llorando: ella porque rememoró
nuevamente la pérdida de sus padres y yo porque mi mamá no había podido darme
una solución y cuando uno es chico siempre piensa que no hay nada que la madre
no pueda cambiar y resolver.
Ese día, mas tarde bajó la señorita que vivía en el
primer piso ( era una mujer soltera de quizás treinta o cuarenta años,….para
mí, una vieja solterona) con su hermana y su madre para preguntarle a mi mamá
si me dejaba subir a ver a su mamá, que ella me quería ver y que llevara mi cuaderno
de clase.
Por supuesto que mi mamá aceptó y me puso un vestido muy
lindo, todo almidonado, me peinó, me hizo toda clase de prevenciones "pórtate
bien, contesta bien, no comas, si te ofrecen no digas enseguida que si y no te
ensucies"
Después de todo eso, subí y cuando llegué me encontré con
una viejita amorosa, en la cama, con rodete blanco, rubor en las mejillas y un
cuello de puntillas de su camisón, me dijo que me sentara al lado de su cama y
le diera mi cuaderno, se puso muy contenta porque yo tenía muy buenas notas y
entonces me dijo: " Mañana cuando vayas al colegio le vas a decir a tus
compañeras que ahora tenes una abuela y cada viernes vas a venir a verme y me
vas a traer tu cuaderno y si seguís teniendo buenas notas, cada día vas a
recibir un regalito y ese día me dio un pañuelito con puntilla.
No se imaginan mi alegría cuando bajé y le conté a mi
mama todo lo que había pasado.
Desgraciadamente mi alegría no duró demasiado.
Yo no sabía que ella estaba muy enferma.
Poco tiempo después murió y me quedé nuevamente sin
abuela, ….pero al menos tuve una!!!.
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