VEO VEO 18: CERRANDO UN CIRCULO



Escribe:FREDDY BERRO
Era un sueño…
Una deuda pendiente, que siempre por alguna razón, forzosa  a veces, las dejaba para más adelante.
Pero uno ya va entrando en la edad en que quiere ir cerrando algunos círculos postergados.
Creo que todo tiene su momento justo de maduración, disfrute y valoración. Y este fue el momento.

Encontrarme con la historia de la comunidad en la que me crié, la historia de mi familia paterna que no pude conocer  y el pasado de de mi padre, en particular, era la razón principal de este maravilloso viaje que hicimos con mi mujer, Ana Maria.

Para entender la emoción que me embargó en esos 4 días maravillosos que pasé en la isla de Rodas debo remontarme a la historia familiar....mi historia.

UN POCO DE HISTORIA

Mi papá, Jaime Berro, nació en la Argentina en 1918, mas precisamente el 18 de enero, pero a la edad de 2 años, emigró a vivir a la isla de Rodas.
La familia en ese momento estaba formada por mi abuelo Jacobo, mi abuela Rosa, mi tía Matilde (recién nacida) y mi padre.

 Arriba: Amelie, Matilde y Jaime Berro
Abajo: Aslan Berro

Sucedió que el hermano de mi abuelo, que vivía en la isla, falleció…y su viuda mandó a llamar a mi abuelo para hacerse cargo de la herrería que tenia ya que al no tener hijos, tener solo hermanas y una ley italiana que establecía que solo heredaban los hombres, él era el único heredero.
Mi abuelo viajó y al poco tiempo se llevó al resto de la familia.
Después de algunos años, nacieron mis tíos Amelie y Aslan.
Foto de la izquierda: mi tia Amelie
Foto de la derecha: Amelie, Matilde, Jaime y ???


Mi papá vivió en Rodas hasta los 22 años.
Su idioma natural era el italiano debido a que la isla estaba bajo dominación italiana, pero hablaba 6 idiomas (Italiano, Ladino, Francés, Hebreo, Turco y Griego) producto de estudios escolares y de las circunstancias sociales que en Rodas se vivía.

Mi abuelo Jacobo, ya al comienzo de la 2da guerra, comienza a ver la ola de antisemitismo reinante en Europa y en particular de la sociedad no judía que los rodeaba y decide querer emigrar nuevamente a la Argentina.
Con la guerra ya empezada y con la posición del gobierno en esa contienda, ya no se podía entrar libremente en nuestro país, sino que alguien oriundo del país debía hacer las gestiones para que extranjeros ingresen a la Argentina.
En esas circunstancias es que mi padre, junto a mi tía Matilde, regresan a la Argentina, ya que habiendo nacido aquí, estaban en condiciones de hacer dichos tramites.
Se embarcaron junto con otros amigos y conocidos de la comunidad judía de la isla.

Apenas mi padre baja del barco es detenido por la policía militar ya que con 22 años no se había presentado para hacer el servicio militar.
Lo sortean, saca numero bajo y como pena por la deserción, debe hacer 6 meses de conscripción.
 
Sintetizando la historia….mi papá y mi tía terminan con los largos trámites, pero al ya no haber barcos que vinieran hacia la Argentina, sumados a otros impedimentos, hacen que mis abuelos y mi tia  Amelie,  que ya habían  nacido en Rodas, no puedan regresar (Mi tío Aslan falleció de pequeño en la isla).
Finalmente, casi sobre el final de la guerra, los Nazis entran en Rodas y todos fueron deportados al campo de concentración de Auschwitz.

Esta es una síntesis de la historia que sirve para entender las circunstancias, las razones de este viaje, la emoción y las sensaciones  que me embargaron en estos 4 maravillosos días en esta entrañable isla.


LLEGADA A RODAS

Llagamos a Tel Aviv con mi mujer; El recibimiento no podía haber sido mejor.
El director de la agencia de turismo “DAGAMARO” , Gaby Benhabib junto a su esposa Reina, nos recibieron en el aeropuerto de Tel Aviv, vestido adecuadamente para la ocasión. y me otorgó la corona con la que me nombraba “Rey de la Bamia”.


Este viaje fue programado con casi 7 meses de preparación. Dicha “agencia” se formó para la ocasión y su nombre deriva de las siglas de quienes nos ayudaron a organizar el viaje: DA (por Dani Aljadeff), GA (por Gaby Benhabib), MA (por Marcelo Benveniste), y RO (por Rodas).
Si alguien quiere viajar a Rodas e Israel, recurran a esta “agencia”: Insuperables en la organización y programación de recorridos, visitas y aspectos, que uno, como turista común, no se percata.

Pernoctamos esa noche en la casa de los queridos Dani y Gladys Aljadeff  (millones de gracias!!!)  y a la mañana siguiente partimos en avión a Rodas.
Nos alojamos en el Hotel Mitsis, más conocido como El Gran Hotel y la habitación daba a una hermosísima vista de la playa y con unas puestas de sol impagables.



Siempre admiré como nadaba mi papá... Es que además de ser mi papá, nadaba bárbaro!!!
Y él siempre me contaba que había aprendido a hacerlo en las playas de Rodas a orillas del Mediterráneo
Me quede por unos buenos minutos contemplando esas playas donde él tanto disfrutó.
Y ya me empecé a emocionar.
“Van a ser días bastante movilizantes “- pensé

Dejamos las valijas en el hotel e inmediatamente nos fuimos para la ciudad vieja.
Al cruzar una de las puertas de entrada a la ciudad ya se me empezó a poner la piel de gallina y a acelerar el corazón.

Nunca pensé que las 3 figuras de los caballitos de mar, simbolo emblemático de la ciudad vieja y que tantas veces vi en fotos, me hicieran movilizar de la manera que lo hicieron.
En cada lugar que íbamos recorriendo me tomaba unos minutos para cerrar los ojos e imaginarme como fue la vida de mi papá recorriendo estas calles.

Uno de mis objetivos primordiales era conocer la casa donde vivió mi padre.
Lamentablemente no tenía ningún dato al respecto.
Nadie en Argentina supo decirme donde quedaba, una dirección o algún dato que me acercara mínimamente a ella.
Solo tenía una referencia: dos fotos que mis padres se sacaron en la puerta cuando viajaron en 1984 mostrando a mi papá en la puerta y el balcón del 1er piso, y que con el photoshopp la convertí en una sola.
Otra referencia que tenia era lo que recordaba mi madre, pero que mucho no me ayudaba: “Queda cerca de templo” y "Al lado habia una escalera larga"

Como se darán cuenta, no tenía mucha esperanza de poder encontrarla.
Encima 5 años atrás viajó mi hermano Raul y luego de recorrerse toda la ciudad vieja, no pudo encontrarla.

Lamentablemente ese primer día no lleve la foto encima, en la tablet.
De cualquier manera, con la gente del lugar que charlaba, todos me decían que trajera la foto, que ellos conocían muy bien la ciudad y que la iban a encontrar.
Esa tarde caminamos mucho.
Fuimos al templo “Chalom” pero ya estaba cerrado, entonces comenzamos a caminar por las diversas calles con la esperanza de poder encontrar de casualidad, y teniendo en mi mente la foto, la casa de mi padre.

El 2do y 3er día lo dedicamos a pasear por la isla.
Fuimos a Simi un día y al otro a Lindos haciendo todo el recorrido en barcos.
Gaby me había aconsejado:
-“Cuando vayas a Simi, andate a la popa del barco y mira para atrás como se va alejando el barco de la isla…Vas a sentir, aunque de manera diferente, lo que sintieron nuestro padres cuando cuasi obligados debieron abandonar para siempre esta isla que tanto amaban”-
Y asi lo hice...y cuanta razón tenía!!....y por eso lo filmé!!.




EL TEMPLO CHALOM

El 4to día, era el ultimo y al que le dedique todo el día a la búsqueda de la casa de mi papá y a visitar el templo Chalom.
A las 10.30 hs ya estábamos en el templo.
Al principio estabamos casi solos, pero despues se llenó porque había venido un crucero con mucha gente de la colectividad.

El templo Chalom de Buenos Aires fue fundado por esos inmigrantes que vinieron en circunstancias obligadas justamente por la colectividad judía que vivió en Rodas.
Y le pusieron “Chalom” (así…con Ch) en recuerdo de esa sinagoga hermosa a la que ellos solían concurrir en las fiestas y servicios de Shabat.
Para mí, que en esa sinagoga de Bs. As. fui oficiante de los servicios religiosos, hice mi bar mitvá, fui organista, donde también me casé…donde hice mi escuela primaria en el colegio aledaño y donde pase toda mi juventud en el club que se fundó después, era una sensación de emoción enorme atravesar las puertas de esa sinagoga madre.

Hablaba con mi mujer y ya la voz me temblaba.
Encima, debo reconocer, que soy llorón…por lo cual, ya al entrar por la puerta me comenzaron a salir lágrimas de felicidad y de bronca a la vez.
De felicidad, porque estaba cumpliendo un sueño largamente añorado y porque empecé a tener una sensación de conexión con mis ancestros como nunca antes había tenido.
Sentí que ahí estaban mis abuelos y mis tíos…como que me venían a abrazar y yo les decía: aquí estoy…
Y de bronca, porque inmediatamente sentía la rabia de no haberlos podido conocer personalmente y de las razones por las cuales no he podido.

En la entrada hay una placa con los apellidos de todas las familias que habitaban en la “Judería” (Barrio Judio) y unas planchas que se mueven como si fueran hojas de un libro donde están los nombres, uno por uno, de todas las personas que conformaban la comunidad.
Rápidamente busqué el apellido de mi familia.
En la placa, el apellido de mi familia figura como “Bero” y no “Berro”. Con los nombres de cada uno, figuran como Berro…y ahí estaban los nombres de mis abuelos y mis tíos….
El llanto contenido que venía teniendo era ya incontrolable, mientras iba acariciando sus nombres.
Me quedé largos minutos acariciando esos nombres y conectándome con ellos.
Releo lo escrito hasta aquí y creo que no se acerca mínimamente a la sensación que sentía en ese momento al estar acariciando sus nombres.
Era como si estuvieran vivos y los estuviera abrazando y llenando de besos mientras mi voz entrecortada les decía que finalmente estaba ahí.


La sinagoga tiene aledaño un museo que recuerda a la comunidad judía que allí vivió.
El abrazo de mi mujer me fue llevando a empezar a recorrer esos pequeños saloncitos.
Al entrar, además de ver fotos y objetos de aquellos tiempos, se escuchan canciones en ladino.
-“Yo esa voz la conozco”- le dije a Ana….casualidades no existen: era la voz de mi prima y amiga Liliana Benveniste cantando en ladino una canción que no recuerdo precisamente cual era.



Entre las cosas que hice cuando me preparé para hacer mi Bar Mitzvá a los 13 años (hace ya 45 años) fue la de prepararme para ser oficiante en el templo.
Siempre el servicio de Cabalat Shabat (Bienvenida del sábado) terminaba con uno de estos dos rezos: Adon Olam o Igdal.

Recuerdo que estaba en la última semana practicando con mi padre y él me preguntó con cual de ambos rezos iba a terminar.
Yo le contesté que no lo sabía...creía que con Adon Olam y entonces él me pidió que lo hiciera con el Igdal.
Le pregunté porqué y dado que del Igdal conocía varias melodías, le pregunté con cual melodía quería que lo cante.
Me dijo: -“Con la que yo lo cantaba en Rodas”-.
-“Y cuál es la que cantabas en Rodas?”- le pregunté….y comenzó a tararearla.
Yo la melodía la conocía. Lo que no sabía era que esa era la melodía con la que él la cantaba en Rodas.
Por eso siempre tuve la fantasía (y me prometí), especialmente después de que falleciera de que en algún momento yo iba a ir a Rodas y en el templo Chalom donde él rezaba cuando era niño, yo iba a cantar el Igdal como él lo cantaba y recordaba.

La Bimá (pulpito) tiene un par de escalones para subir.
Para evitar que los turistas suban, tiene una soga amarilla que evita que alguien lo haga.
A la persona encargada de la sinagoga que allí se encontraba le comente de mi fantasía y promesa.
Ella, que me había contado que hacía un mes había perdido a su padre, se acerco a esa soga amarilla y descolgándola me dijo: -“Cumplí con tu promesa”-

Así fue; me subí a la Bimá y tratando de no lloriquear comencé a cantar el Igdal.
De repente sentí que en la sinagoga, que había bastante gente, se había hecho un silencio sepulcral.
Eso me puso un tanto nervioso….Me temblaba la voz y de la emoción hasta me equivoque la letra ya que repetí una parte 2 veces (por eso el video esta editado).
Una pareja de turistas, Allan e Iris Weiss, oriundos de Miami, fueron quienes me sacaron las fotos, cuando charlando con ellos, les conté cual era la razón por la que iba a cantar el Igdal...Y tuvieron la enorme deferencia de mandarmelas por mail.


Cuando terminé estaba feliz….feliz como pocas veces….un objetivo que me habia propuesto para este viaje, estaba cumplido.


A LA BUSQUEDA DE LA CASA DE MI PADRE


Realmente no me quería ir del templo.
Ya eran las 13.00 hs y solo nos quedaban unas pocas horas para ir en búsqueda de la que fue la casa de mi papá.
Es más, me habían comentado que a las 15.00 hs iba a ver un servicio de Minjá, dado que había llegado un barco de turistas judíos de EE.UU.
Priorizando la razón por la que fui a Rodas, salimos con mi mujer a algo que a priori resultaba como buscar una aguja en un pajar.
Como conté anteriormente, solo tenía de referencia una foto que mi papá se sacó en su visita en 1984.

Lo primero que hice fue volver a la “Caie Ancha” donde un muchacho de unos 30 años me había dicho que si le mostraba la foto el me iba a poder ayudar a encontrar la casa de mi papá.
Lo contactamos, le muestro la foto y me dice que hay una parecida a 2 cuadras.
Hacia allí fuimos….
No era…

Este muchacho hablando en griego, le cuenta de mi búsqueda a otra persona y también cree conocer donde quedaba…y allí fuimos.
Nada.
Debo reconocer que la gente era muy solidaria y muchos dejaron de hacer lo que estaban haciendo, inclusive trabajar, para acompañarnos esas dos o 3 cuadras donde cada uno creía reconocer la fachada de la casa.
La misma situación se dio 5 veces más.
Preguntábamos, mostrábamos la foto, creían reconocer la fachada, íbamos hacia allí…y nada!!!

Caminando vaya a saber porque callecita, encontramos a 2 personas mayores.
Generalmente  prefería preguntar a gente de edad ya que pensaba que podrían recordar mejor las fachadas de casas que quizás con el tiempo fueron reformadas.
Luego de explicarles un poco en italiano y español, uno de ellos se ofrece guiarnos a un lugar donde él pensaba que podía ser.
Llegamos y…nada!!!
Pero a diferencia de otros, se ofreció a seguir con nosotros para ayudarnos…

Íbamos caminando por distintas calles…este señor mayor paraba a vecinos, les explicaba en griego que buscábamos y …nada!!!
Hasta que en un momento paró a un muchacho de unos  30 años, pelo largo hasta los hombros, arito en la oreja y que hablaba bien en ingles.
Este señor mayor le explica en griego que buscábamos y este muchacho en ingles nos dice: -“Vas hasta esta esquina (la señala) doblas a la izquierda y seguís 2 cuadras…pasas el Parque Alhadeff, seguís derecho una cuadra mas, doblas de nuevo a la izquierda, haces 1 cuadra y media más y ahí es”-

A fuerza de ser sinceros ya estaba medio desesperanzado, pero fue tan seguro y firme en su explicación que me dio la sensación de que podía tener razón.
Y para allí fuimos con Ana y el señor mayor que nos guiaba.

Al estar sobre la cuadra que nos había dicho me empecé a estremecer.
Llegamos al lugar …y la verdad es que no había ninguna casa que se pareciese a la de la foto que teníamos.
El señor que nos acompañaba le toca la puerta a una casa de ahí de la cual salen 2 señoras mayores.
Le explica en griego lo que buscábamos mostrándoles la foto y estas señoras no ven nada conocido.
Cuando estábamos hablando con estas señoras, un muchacho de unos 35 años aproximadamente, se cruza (estaba en frente) y en griego se mete en la conversación.
Mira la foto y dice en ingles: -“This is my house!!!!”- (Esa es mi casa!!!)….y me señala la casa de él que estaba en frente.

Cuando la miro, le digo a Ana que no era parecida para nada. Solo el balcón era bastante parecido, pero todos los balcones de Rodas son muy parecidos.
Ante mi duda, este muchacho me dice que si…que es su casa y que no es parecido el frente hoy porque transformó la casa que fue de su abuelo y luego de su madre, en un hotel.
Cuando le digo que la puerta es distinta, me contesta que hace 1 mes que hizo la reforma de la puerta.

Yo seguía dudando…..y bastante.
No quería llegar aquí a la Argentina, contento por haber encontrado la casa de mi papá y que por ejemplo David Galante me dijera que lamentablemente estaba equivocado.
Este muchacho me agarra la tablet, me muestra la foto de mi papá y me dice:
-“ YOU KNOW AS I DO THAT THIS WAS MY HOME?
BECAUSE THE BIKE,  DOWN THERE YOU SEE IN THE PICTURE ... WAS MINE !!! “-.
( Sabes cómo se yo que esta era mi casa? Porque la bicicleta que ves ahí abajo en la foto...era mía!!!).

Cuando me dijo así, me empezaron a temblar las piernas
Nos invitó a pasar y debo confesar que aun seguía con dudas.
Una vez adentro, saca una caja como del tamaño de un bibliorato llena de fotos.
Saca algunas, me da una tarjeta del hotel, me muestra una donde se ve una escalera aledaña y que era una de las referencias que recordaba mi mamá en su visita, y me dice: -“ves…así era mi casa antes de la reforma!!!”-

Y ahí si…no había dudas….era la misma casa!!!.




Me largue a llorar sobre los hombros de Ana…. a llorar con ganas de llorar y otra vez sintiendo que me conectaba con todos mis ancestros, imaginando a mis abuelos, a mis tios y a mi papá caminando por los pasillos de la casa.

Como conté, la casa hoy es un hotel, se llama “La Casa de la Sera” y queda en la calle Thyseos N° 38 de la ciudad vieja.
Dino, asi se llama el muchacho, me permitió filmar adentro, me mostró más fotos.
Me relató que su abuelo´le habia contado que "alli vivió gente de Israel", a lo cual sonreí sin dar explicaciones.
Nos sacamos una foto juntos y abrazándolo le agradecí la amabilidad y la buena predisposición para entender mi búsqueda.
Quien quiera ver como quedo la casa convertida en hotel, puede ver las fotos  haciendo click AQUI


Dino y yo


EPILOGO

Salimos de allí con Ana, caminamos una cuadra y le pedí que me quería sentar en un cantero que había a unos metros para fumarme un cigarrillo.
Estaba como si un camión me hubiera pasado por encima.
Fumando, contemplaba de lejos la casa de mi papá y seguía imaginando como había sido su vida allí.
Y ahora puedo entender el porqué de su melancolía y de cómo se le iluminaban los ojos cuando hablaba de su amada Rodas.

Cuando puso su negocio aquí en la Argentina, lo llamo “Casa Rodas”; constantemente estaba recordando anécdotas de su juventud en esta mágica isla;
Le gustaba cantar y sus preferidas eran las chanzonetas italianas o las canciones en ladino que había cantado en su juventud.
Rodas fue su lugar en el mundo.
Para mi. el viaje ya estaba justificado, y aún me quedaban 2 semanas de paseo.

Es que yo….yo vine aquí a cerrar un circulo.
Y me di cuenta de que aún no puedo hacerlo
El circulo…mi circulo va a estar cerrado cuando próximamente pueda volver con su nieta, (mi hija) y le muestre todo esto....su origen...nuestro pasado,....de dónde venimos.

De seguro la va a ayudar a decidir el camino hacia donde ella quiera ir.
Ahí me daré por hecho.


FREDDY


PD: Quiero agradecerles enormemente a mi querido amigo Dani Aljadeff, a mis queridos primos-amigos Marcelo y Liliana Benveniste y muy especialmente a a mi primo-amigo-hermano Gaby Benhabib.
Nos simplificaron todo, en base a sus visitas y vivencias en Rodas.
Me advirtieron sobre las sensaciones que uno siente cuando transita por las calles de esta hermosa isla, pero ni por asomo podía imaginar todo esto que viví.
Los quiero mucho - Gracias....1000 veces gracias.

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